Me encanta el oro, tanto en complementos y accesorios como en materia de decoración pero, muchas veces, no se sabe dónde está el límite, si va a quedar muy cargante o si combinará con el resto de muebles. Hoy os muestro una casa, con mucho oro pero, a la vez, muy sencilla y elegante. Personalmente, ¡a mí me ha enamorado!
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